La Reforma Universitaria de 1918 y la Masonería

reforma universitaria

Un movimiento que cambió la educación en América Latina

En 1918, desde la ciudad de Córdoba, un grupo de jóvenes estudiantes protagonizó un hecho histórico que transformó la educación superior: la Reforma Universitaria. Su principal objetivo fue democratizar la universidad, hasta entonces controlada por estructuras rígidas, elitistas y clericales.

Entre las conquistas logradas se encuentran:

  • Autonomía universitaria frente al poder político y religioso.
  • Cogobierno de estudiantes, docentes y graduados.
  • Libertad de cátedra y concursos docentes periódicos.
  • Extensión universitaria al servicio de toda la sociedad.

Estos principios, nacidos en Córdoba, se expandieron rápidamente a toda América Latina, marcando un antes y un después en la vida académica y política de la región.

El rol de la Masonería

La Masonería Argentina tuvo una participación activa en este proceso. Intelectuales y dirigentes formados en sus valores aportaron una visión de libertad, igualdad y fraternidad que impregnó el espíritu del movimiento.

  • La libertad de pensamiento se expresó en la defensa de una enseñanza crítica y sin dogmas.
  • La igualdad inspiró la lucha contra los privilegios de sectores reducidos y la búsqueda de acceso más justo y democrático.
  • La fraternidad se reflejó en la unión de estudiantes, trabajadores e intelectuales en un mismo ideal de transformación.

Un legado vigente

Más de un siglo después, los ideales de 1918 siguen vivos en nuestras universidades y continúan inspirando luchas sociales y culturales en toda América Latina.

La Reforma Universitaria fue mucho más que un cambio académico: fue un movimiento emancipador, en el que la Masonería aportó un marco ético y filosófico que fortaleció la construcción de una universidad más libre, democrática y comprometida con el pueblo.

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